Jesús Alberto Rubio
Celebrar el Día del Padre –este domingo 18 de junio– significa resaltar la importancia de la figura paterna con el fin de destacar su decisivo rol en la integración y el mantenimiento del núcleo familiar, coincidieron en señalar los académicos Daniel González Lomelí, Rocío, Haydee Arreguín Moreno, José Rodrigo Abril López y Laura Mejías Rojas, alumna del doctorado en Psicología.
Daniel González Lomelí, profesor de tiempo completo, titular C, del Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación (Psicom) planteó que el papel de los padres de familia se centra en ser modelo de actuación para los hijos y las hijas y por ende está a la búsqueda de enaltecer la paternidad y la crianza de su descendencia.
Dijo que tan relevante tarea se fundamenta en todos los valores inculcados dentro del seno familiar, incluso por sus antecesores (antes las familias no eran nucleares e incluían abuelos y tíos, por ejemplo), añadió.
Señaló que ese rol tiene una base de amor y de sabiduría ganada a lo largo de los años, tanto por su experiencia y el de haber aprendido a observar y a escuchar a sus descendientes sus necesidades, sus anhelos, sus deseos y sobre todo los logros de cada uno de ellos.
“Y todo esto sólo para garantizar que estén bien y en las mejores condiciones para favorecer su desarrollo humano pleno y sin olvidar que cada sucesor es único e irrepetible, subrayó con especial énfasis el integrante en el departamento del Cuerpo Académico Consolidado Problemas Sociales e investigador del Conhacyt.
La figura paterna, concluyó, trata de que sus hijos/hijas aprehendan condiciones de bienestar con el fin de que fuera de casa o desde dentro repliquen ambientes positivos entre sus compañeros y que siga creciendo en ese tipo de entornos positivos y con personas que posiblemente el padre nunca conocerá.
Derecho para la niñez y no un privilegio
Por su parte, Rocío Haydee Arreguín Moreno, profesora investigadora del Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación, sostuvo que la paternidad presente, cercana y comprometida, representa un derecho para la niñez y no un privilegio.
Por un lado, dijo, la presencia, activa del padre en la cotidianidad brinda una estabilidad emocional, un sistema de confianza y desarrollo de la personalidad con herramientas que dirigen hacia la autoestima alta y que, por otro lado, indicó que las múltiples ausencias provocan una sensación de inseguridad, de desamparo, de falta de valía, de soledad y de falta de respaldo a una persona.
“La figura del padre representa un cimiento importante y de sobrevivencia en los ámbitos tanto, escolares, recreativos, de la formación integral de un ser humano”, reiteró.
Arreguín Moreno mencionó que los mandatos de la masculinidad han impuesto roles en la valía de los hombres que tienen que ver con engendrar (paternidad simbólica) y que también se asocian con la idea de disciplinar siendo autoritario, de pocas palabras impidiendo así, la convivencia.
La paternidad cercana, añadió, da paso a las expresiones de cariño y apego positivo y que algunas de las actividades favoritas para la niñez, con papá y que cobran relevancia son, el juego, la lectura del cuento, contar las estrellas y otras que también son significativas en esta relación corresponden al aseo, a la comida, a las tareas escolares, y en general de colocar limites amorosos.
Expresó su deseo de resaltar la relevancia que tiene la paternidad cercana y de alta comunicación en la salud, física, emocional y social de las personas, lo que dijo se vincula con un poder amoroso y de entrega en las responsabilidades diversas de crianza, que son tan importantes como proveer en lo económico, así como en la participación en las actividades de la casa.
“Reconfiguremos la idea de que papá no se defina sólo en el trabajo – remunerado –, sino que éste forme parte de un medio para lograr el bienestar de él y de su descendencia y que como dicen las canciones del Día del Padre, caminen juntos en el diálogo de la complicidad y los compartires diarios es apremiante; y que, de esta manera, sea un referente cercano y digno a seguir. Felicidades”.
Derecho a conocer a los padres
José Rodrigo Abril López, docente del Departamento de Derecho, hizo referencia directa a lo que significa ser padre en la actualidad: Es una práctica compleja por los factores sociales y culturales que intervienen y que se van transformando a lo largo del ciclo de la vida, pero en esencia es ser activo. “Con esto me refiero a tener una relación afectuosa e incondicional con él o ella, mantener una relación que va más allá de la proveeduría económica”, añadió.
Abril López consideró que lo mejor es brindar una crianza respetuosa: cuidar, criar y educar con buen sentido amable; mantener un clima de diálogo y respeto y también poner límites con buen trato.
Como refiere el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) acerca de los beneficios que trae la paternidad activa, indicó, “recuerda que a tu hijo o hija le da seguridad y alegría verte vinculado con su desarrollo y crecimiento”.
José Rodrigo Abril expresó que “es parte del diario vivir y que debemos asumir. Que se canse el cuerpo, pero no el alma”.
Conocer a los padres
El docente de Derecho también dio a conocer que la literatura jurídica y la doctrina en desarrollo convergen que todo menor de edad tiene derecho a conocer a sus padres, a tener una familia, a ser alimentado, educado, cuidado, amado hasta que pueda ser capaz de valerse por sí mismo.
Para que ello sea viable, dijo, es necesario que sea reconocido como hijo de manera voluntaria a través de la inscripción de su nacimiento, o con posterioridad al mismo, en las diferentes formas prescritas por la norma jurídica. “Tal reconocimiento en términos jurídicos se denomina filiar, es decir, ubicar al menor de edad dentro de su familia”, precisó.
Abril López destacó que el desarrollo científico y la consecuente aparición de técnicas de reproducción asistida han hecho posible separar la procreación biológica y la filiación social, y quien asume el rol paterno, ya no es necesariamente el padre biológico del hijo que espera su pareja.
Paternidad activa y responsable
Laura Mejías Rojas, alumna del Posgrado en Psicología, dijo que la frase “Madre es una sola, padre es cualquiera”, es un grito desesperado al llamado de atención hacia una paternidad activa y responsable.
Es importante señalar, comentó, que no se deben confundir los ideales de una lucha de derechos con el equívoco de pretender sustituir la importancia de la figura paterna en el desarrollo saludable de una familia.
Desde tiempos remotos el hombre, recordó, ha sido proveedor, protector, guía de los hijos y un pilar fundamental dentro del hogar; considerado una fuente de trasmisión de conocimientos y valores de gran importancia para la vida en sociedad.
“Conviene preguntarse qué sucede con la masculinidad en la actualidad y su impacto en los roles de paternidad y cuáles serán los efectos directos o indirectos de una crianza hegemónica feminista”, dijo.
Laura Mejías señaló que es una realidad que no se puede desligar el proceso de construcción de la identidad masculina con el ejercicio de la paternidad, porque la forma en que se asumen los roles parentales tiene mucho que ver con la percepción particular de lo que representa socialmente ser un hombre.
Visión moderna
Indicó que el concepto de masculinidad históricamente ha estado ligado a elementos como la fuerza física, la agresividad, el poder y el sustento económico. “Sin embargo, la visión moderna ha dado paso a una deconstrucción acelerada de estereotipos tradicionales mostrando que no existe una forma única de ser hombre, ni un único camino para desplegar las competencias de paternidad efectiva”.
La estudiante ciudadana cubana residente mexicana desde 2021, puntualizó en se busca fomentar la libertad de elección, el respeto mutuo y la equidad basada en posiciones más igualitarias en cuanto a responsabilidades domésticas, cuidado de los hijos, relación de pareja y reconocimiento y expresión de emociones. Todo lo anterior, dijo, en plena correspondencia y armonía con las nuevas construcciones familiares.
Advirtió que la lucha por la equidad de derechos en materia de género ha puesto en perspectiva el rol de la paternidad y ha impulsado un movimiento generalizado de padres preocupados no solo por ser proveedores de recursos económicos sino por tener una participación activa en el cuidado y sostén emocional de su descendencia.
La realidad actual, concluyó, exige un modelo de familia basado en la equidad funcional parental, donde ambos padres tengan igualdad de oportunidades de participar en la educación y crianza de sus hijos.
Celebrar el Día del Padre –este domingo 18 de junio– significa resaltar la importancia de la figura paterna con el fin de destacar su decisivo rol en la integración y el mantenimiento del núcleo familiar, coincidieron en señalar los académicos Daniel González Lomelí, Rocío, Haydee Arreguín Moreno, José Rodrigo Abril López y Laura Mejías Rojas, alumna del doctorado en Psicología.
Daniel González Lomelí, profesor de tiempo completo, titular C, del Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación (Psicom) planteó que el papel de los padres de familia se centra en ser modelo de actuación para los hijos y las hijas y por ende está a la búsqueda de enaltecer la paternidad y la crianza de su descendencia.
Dijo que tan relevante tarea se fundamenta en todos los valores inculcados dentro del seno familiar, incluso por sus antecesores (antes las familias no eran nucleares e incluían abuelos y tíos, por ejemplo), añadió.
Señaló que ese rol tiene una base de amor y de sabiduría ganada a lo largo de los años, tanto por su experiencia y el de haber aprendido a observar y a escuchar a sus descendientes sus necesidades, sus anhelos, sus deseos y sobre todo los logros de cada uno de ellos.
“Y todo esto sólo para garantizar que estén bien y en las mejores condiciones para favorecer su desarrollo humano pleno y sin olvidar que cada sucesor es único e irrepetible, subrayó con especial énfasis el integrante en el departamento del Cuerpo Académico Consolidado Problemas Sociales e investigador del Conhacyt.
La figura paterna, concluyó, trata de que sus hijos/hijas aprehendan condiciones de bienestar con el fin de que fuera de casa o desde dentro repliquen ambientes positivos entre sus compañeros y que siga creciendo en ese tipo de entornos positivos y con personas que posiblemente el padre nunca conocerá.
Derecho para la niñez y no un privilegio
Por su parte, Rocío Haydee Arreguín Moreno, profesora investigadora del Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación, sostuvo que la paternidad presente, cercana y comprometida, representa un derecho para la niñez y no un privilegio.
Por un lado, dijo, la presencia, activa del padre en la cotidianidad brinda una estabilidad emocional, un sistema de confianza y desarrollo de la personalidad con herramientas que dirigen hacia la autoestima alta y que, por otro lado, indicó que las múltiples ausencias provocan una sensación de inseguridad, de desamparo, de falta de valía, de soledad y de falta de respaldo a una persona.
“La figura del padre representa un cimiento importante y de sobrevivencia en los ámbitos tanto, escolares, recreativos, de la formación integral de un ser humano”, reiteró.
Arreguín Moreno mencionó que los mandatos de la masculinidad han impuesto roles en la valía de los hombres que tienen que ver con engendrar (paternidad simbólica) y que también se asocian con la idea de disciplinar siendo autoritario, de pocas palabras impidiendo así, la convivencia.
La paternidad cercana, añadió, da paso a las expresiones de cariño y apego positivo y que algunas de las actividades favoritas para la niñez, con papá y que cobran relevancia son, el juego, la lectura del cuento, contar las estrellas y otras que también son significativas en esta relación corresponden al aseo, a la comida, a las tareas escolares, y en general de colocar limites amorosos.
Expresó su deseo de resaltar la relevancia que tiene la paternidad cercana y de alta comunicación en la salud, física, emocional y social de las personas, lo que dijo se vincula con un poder amoroso y de entrega en las responsabilidades diversas de crianza, que son tan importantes como proveer en lo económico, así como en la participación en las actividades de la casa.
“Reconfiguremos la idea de que papá no se defina sólo en el trabajo – remunerado –, sino que éste forme parte de un medio para lograr el bienestar de él y de su descendencia y que como dicen las canciones del Día del Padre, caminen juntos en el diálogo de la complicidad y los compartires diarios es apremiante; y que, de esta manera, sea un referente cercano y digno a seguir. Felicidades”.
Derecho a conocer a los padres
José Rodrigo Abril López, docente del Departamento de Derecho, hizo referencia directa a lo que significa ser padre en la actualidad: Es una práctica compleja por los factores sociales y culturales que intervienen y que se van transformando a lo largo del ciclo de la vida, pero en esencia es ser activo. “Con esto me refiero a tener una relación afectuosa e incondicional con él o ella, mantener una relación que va más allá de la proveeduría económica”, añadió.
Abril López consideró que lo mejor es brindar una crianza respetuosa: cuidar, criar y educar con buen sentido amable; mantener un clima de diálogo y respeto y también poner límites con buen trato.
Como refiere el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) acerca de los beneficios que trae la paternidad activa, indicó, “recuerda que a tu hijo o hija le da seguridad y alegría verte vinculado con su desarrollo y crecimiento”.
José Rodrigo Abril expresó que “es parte del diario vivir y que debemos asumir. Que se canse el cuerpo, pero no el alma”.
Conocer a los padres
El docente de Derecho también dio a conocer que la literatura jurídica y la doctrina en desarrollo convergen que todo menor de edad tiene derecho a conocer a sus padres, a tener una familia, a ser alimentado, educado, cuidado, amado hasta que pueda ser capaz de valerse por sí mismo.
Para que ello sea viable, dijo, es necesario que sea reconocido como hijo de manera voluntaria a través de la inscripción de su nacimiento, o con posterioridad al mismo, en las diferentes formas prescritas por la norma jurídica. “Tal reconocimiento en términos jurídicos se denomina filiar, es decir, ubicar al menor de edad dentro de su familia”, precisó.
Abril López destacó que el desarrollo científico y la consecuente aparición de técnicas de reproducción asistida han hecho posible separar la procreación biológica y la filiación social, y quien asume el rol paterno, ya no es necesariamente el padre biológico del hijo que espera su pareja.
Paternidad activa y responsable
Laura Mejías Rojas, alumna del Posgrado en Psicología, dijo que la frase “Madre es una sola, padre es cualquiera”, es un grito desesperado al llamado de atención hacia una paternidad activa y responsable.
Es importante señalar, comentó, que no se deben confundir los ideales de una lucha de derechos con el equívoco de pretender sustituir la importancia de la figura paterna en el desarrollo saludable de una familia.
Desde tiempos remotos el hombre, recordó, ha sido proveedor, protector, guía de los hijos y un pilar fundamental dentro del hogar; considerado una fuente de trasmisión de conocimientos y valores de gran importancia para la vida en sociedad.
“Conviene preguntarse qué sucede con la masculinidad en la actualidad y su impacto en los roles de paternidad y cuáles serán los efectos directos o indirectos de una crianza hegemónica feminista”, dijo.
Laura Mejías señaló que es una realidad que no se puede desligar el proceso de construcción de la identidad masculina con el ejercicio de la paternidad, porque la forma en que se asumen los roles parentales tiene mucho que ver con la percepción particular de lo que representa socialmente ser un hombre.
Visión moderna
Indicó que el concepto de masculinidad históricamente ha estado ligado a elementos como la fuerza física, la agresividad, el poder y el sustento económico. “Sin embargo, la visión moderna ha dado paso a una deconstrucción acelerada de estereotipos tradicionales mostrando que no existe una forma única de ser hombre, ni un único camino para desplegar las competencias de paternidad efectiva”.
La estudiante ciudadana cubana residente mexicana desde 2021, puntualizó en se busca fomentar la libertad de elección, el respeto mutuo y la equidad basada en posiciones más igualitarias en cuanto a responsabilidades domésticas, cuidado de los hijos, relación de pareja y reconocimiento y expresión de emociones. Todo lo anterior, dijo, en plena correspondencia y armonía con las nuevas construcciones familiares.
Advirtió que la lucha por la equidad de derechos en materia de género ha puesto en perspectiva el rol de la paternidad y ha impulsado un movimiento generalizado de padres preocupados no solo por ser proveedores de recursos económicos sino por tener una participación activa en el cuidado y sostén emocional de su descendencia.
La realidad actual, concluyó, exige un modelo de familia basado en la equidad funcional parental, donde ambos padres tengan igualdad de oportunidades de participar en la educación y crianza de sus hijos.