Estudian sobrevivencia de plantas de palo fierro para recuperar terrenos degradados

Luis Mendoza

Principales limitantes a la repoblación con palo fierro (Olneya tesota A. Gray), a partir de semillas o plantas de vivero, en terrenos degradados del Desierto Sonorense, es la ponencia que impartió Hernán Celaya Michel, docente e investigador del Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora.

Con dicho tema, Celaya Michel participó en el programa de actividades del IX Congreso Nacional de Investigación en Cambio Climático (Sede Noroeste) y II Reunión Nacional de Políticas con Impacto Social para Ciudades Verdes en el futuro de México, eventos que se desarrollan en las instalaciones de la Universidad de Sonora del 7 al 10 de octubre.

El académico e investigador de la Unison argumentó que con el crecimiento de la población se utilizan más recursos naturales, por ello la necesidad de recuperar terrenos degradados para tener más servicios de los ecosistemas, siendo una opción la siembra de diferentes especies de plantas nativas, y de manera particular el palo fierro.

Explicó que el palo fierro es nativo del desierto sonorense, una especie cuya importancia ecológica es grande, que sirve de alimento para la fauna, es forrajera y puede durar de 300 a 800 años, según reportes de algunos autores, además de ser una planta que está protegida.

“Nuestro objetivo es estudiar la sobrevivencia anual de plantas de palo fierro obtenidas a partir de repoblación de semilla directa o del trasplante de plantas desarrolladas en vivero, en terrenos degradados, con y sin protección contra herbívoros”.

Detalló que dicho proyecto se desarrolló en el campo del Departamento de Agricultura y Ganadería, ubicado en el kilómetro 21 de la carretera a Kino, donde utilizaron un agostadero degradado que hace décadas fue desmontado, y hoy es un área de suelo desnudo con características de degradación.

“Tuvimos permiso del gobierno para recolectar la semilla; fueron parcelas de suelo desnudo de 30×50 centímetros, en las cuales nosotros removimos ese suelo y en cada parcela sembramos 30 semillas de palo fierro, algunas de las semillas las dejaron tal cual, en otras las cubrieron con ramas, y a otras las protegieron con una malla”, explicó.

Como resultado, se comprobó que la protección con ramas y malla ayudó a incrementar la sobrevivencia del palo fierro, “la que no tuvo protección no tuvo sobrevivencia; con las ramas vimos de 15 a 20% de sobrevivencia, y en el caso de la malla, la sobrevivencia fue alrededor del 50% de las plantas. Además, no hubo diferencia entre la semilla o planta del vivero, desconocen si eso fue por algo particular del año”.

Otro de los hallazgos es que las dos principales causas de mortalidad de las plantas estudiadas fueron la sequía y herbivoría, pues en zonas áridas ya se ha dicho que la disponibilidad de agua es importante para el establecimiento de una planta, así como la disponibilidad de nutrientes.

Como conclusión, se determinó que la repoblación de palo fierro en suelos compactados de terrenos degradados es muy difícil, y es necesario continuar investigando más alternativas que mejoren el éxito en repoblaciones con palo fierro y otras especies nativas del desierto sonorense para contribuir a mitigar la problemática ambiental y obtener servicios de ecosistemas de terrestres