Gran ambiente académico entre los participantes en la 28 Olimpiada Nacional de Biología

“Más que competir con los demás y buscar premios, es hacerlo contigo mismo para aprender a superarte y saber qué quieres en tu proceso de superación personal”, expresó Carolina Corral Ávila, alumna de bachillerato de Ensenada, Baja California, quien participa en la XXVIII Olimpiada Nacional de Biología con sede en esta casa de estudios.

Minutos antes de que iniciaran las evaluaciones con los estudiantes sonorenses y diversas entidades del país, expresó que en el caso de la olimpiada, “qué mejor participar en este evento, ya que la biología es la mejor ciencia, y aprenderla todavía más a través de este tipo de esfuerzos nos ayudará a ser gente importante en este campo disciplinar”.

Carolina Corral afirmó que para ella la biología es la ciencia que une todo lo que ha aprendido de las anteriores disciplinas, señalando que es una disciplina científica que abarca un amplio espectro de campos de estudio y que, si se quiere, es la más completa de todas.

Por su parte, María Fernanda Hernández Amaro, alumna del Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Oriente, de la UNAM, expresó que le da gran gusto estar en esta competencia porque la biología “es lo más bonito que pueda existir, ya que nos permite conocernos y saber la razón de nuestra existencia y el sentido de la vida”. Además, indicó que les ayuda a concientizarse en torno al cuidado y conservación del ambiente.

“Esta olimpiada promueve el conocimiento de la biología y nos concientiza para saber dónde estamos parados y qué debemos hacer para ayudar a cuidar, conservar y preservar el futuro”, expresó.

A su vez, Jesús González Escobar, proveniente de La Paz, Baja California Sur, también señaló que la olimpiada es importante, ya que motiva a conocer más de fondo las ciencias biológicas y a verse inmersos en ese mundo desde el momento de tu preparación para calificar a esa justa nacional.

“Al estar aquí encuentras un fascinante mundo de cosas desconocidas, y ello ayuda a motivarnos a ser parte del grupo que llevarán adelante a México en ciencia y tecnología”, dijo.

Gerardo Jardín Ibarra, representante de Tlaxcala, sostuvo que el nivel de calidad y rigurosidad de los exámenes teóricos-prácticos de la competencia no están “ni muy complicados, pero tampoco tan fáciles para cualquiera que los quiera contestar; son de alto grado de complejidad, pero no tanto como para reprobarlos”.

Sergio Naim Díaz Castañeda, alumno preparatoriano de Nuevo León, también señaló que el evento es una gran oportunidad para despertar el interés por la cultura científica; en este caso particular, por las ciencias biológicas.

En tanto, Estefanía Pereda Pérez, de esta entidad, y Efraín Ramírez Bojórquez, de Campeche, puntualizaron en que este tipo de olimpiadas son una gran plataforma para pensar, ya desde jóvenes universitarios, a desarrollarse como científico y, por ende, ayudar a desarrollar las ciencias en México.

La olimpiada se llevará a cabo hasta el jueves de esta semana en los laboratorios del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora (Dictus), escenario donde participan 177 alumnos de bachillerato de 30 estados de la república.

Los temas en los que son evaluados, son biología celular, anatomía y fisiología de la planta y animal, etología, molecular, biosistemas y ecología, además de genética y evolución.

Al término de la justa serán preseleccionados 15 estudiantes que buscarán un lugar en el equipo que representará —con los ocho mejores concursantes— a México en la Olimpiada Internacional y en la Iberoamericana de Biología.

Cabe destacar que la Olimpiada Nacional de Biología es un programa de la Academia Mexicana de Ciencias que data desde 1991, cuyo fin es propiciar en los jóvenes el estudio de la biología en particular, y el interés por la cultura científica en lo general.


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